Él llega tarde. Todas las luces están apagadas.
Pasa el comedor, el pasillo. Llega a la pieza. La ventana está abierta, y por ella entran apenas unos rayos de luz que hacen la habitación un poco menos oscura que el resto de la casa.
Ella ya está acostada, durmiendo.
Él se desviste, se mete despacio en la cama. Trata de no despertarla, pero ella lo siente. Él la saluda con un beso, largo, profundo. Se da cuenta que ella también está desnuda debajo de las sábanas.
Le propone tener 6. Ella contesta un casi inentendible "3", todavía a medio despertarse.
Él corre las sábanas. 7. Se adivinan. Se tocan. Ella siente su tamaño y exclama un largo y sincero "1!"
A los pocos minutos, la habitación se llena de "0!"'s de ambos.
Se siente la cama 8,8,8,8,8 contra la pared.
Él, asombrado de sus propias capacidades esta noche, deja escapar un "4"
Él propone cambiar de posición, intentar algo nuevo. Ella contesta que 9, que así está perfecto. Se siguen escuchando 0's y 8's en abundancia.
Un par de horas después, los dos están tirados en la cama, exhaustos.
Ella, que no sale de su asombro por lo sucedido, larga un "2".
Fueron 5 al hilo.
martes, marzo 22, 2005
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